Las Termas del Teatro.

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Ubicadas en la parte noroccidental del teatro, más allá de la casa basílica.

Eran unas termas privadas, alparecer para uso exclusivo de los actores teatrales, aunque no es descartable que fueran utilizadas por las clases dominantes y personajes de alta alcurnia que presenciaran el espectáculo, aunque son muy reducidas.

Las termas romanas eran lugares lúdicos y de reunión .

Un edifico termal estaba constituido de diferentes estancias: una piscina muy luminosa de agua caliente (caldarium), un baño de agua fría (frigidaruim) y otro con agua más templada (tepidarium), a los que en ocasiones se añadía un baño de vapor (laconium).

A este grupo principal de estancias se añadían tienas para la venta de comestibles y bebidas (tabernae) y una sala de ejercicios físicos, ubicada, por lo general, en el centro (palestra).

En Emerita augusta se han excavado, hasta el momento cuatro recintos termales.

Las termas de San Lázaro.

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Entre el circo y el acueducto de San Lázaro o Rabo de Buey se han sacado a la luz unas pequeñas termas para los ciudadanos de alta alcurnia que acudían a los espectáculos de carreras de caballos y de carros.

El pozo de nieve.
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En la calle Reyes Huertas se han excavado unas pequeñas termas de agua fría. En ellas se localiza el único pozo de nieve de todo el imperio Romano, un receptáculo para la conservación de los alimentos perecederos.

Un cuarto recinto termal, las termas públicas, se ha excavado en el parque donde confluyen la calle de las Pontezuelas y la travesía de Santa Eulalia. Son las más antiguas de Emerita augusta y comenzaron a construirse en el siglo I d. C. Eran muy completas, conteniendo baños de agua, fría, templada y caliente.