El Teatro.
La cavea.
De forma semejante al anfiteatro, la cavea que podía albergar hasta 5.800 personas se dividía en tres zonas: inferior (ima cavea), central (media cavea) y superior (summa cavea), a las que se añade, en la parte más inferior la poedria, conjunto de tres gradas destinada a la nobleza romana separas del populacho por el balteus.
La ima cavea se comunicaba con el exterior por seis puertas más las dos laterales, mientras que para las alturas superiores se abrieron al exterior 13 puertas.
En el centro la orchestra para el coro, de 30 metros de diámetro, pavimentada con losas de mármol, y antesala del pulpitum, verdadero escenario.
La ima cavea se interrumpe por un podium para el culto imperial.
Es un recinto semicircular cuya construcción fue promovida por Marco Agripa algunos años antes de la construcción del Anfiteatro, en los alrededores del año 15 a. C., dato conocido por las inscripciones descubiertas en sus puertas laterales de acceso. En el 105 d. C. se remodeló levantándose un nuevo frente de escena que sería remozado en el año 333 d. C.
Antes de su excavación apenas quedaban expuestas al exterior partes de la summa cavea, dando el aspecto de siete grandes asientos, las Siete Sillas, donde, según la leyenda, se sentaron los jefes moros para decidir el destino de la ciudad.
En la parte posterior al Teatro, pegada al patio peristilo se descubrió una casa con pavimento de mosaico y pinturas murales.
Pinturas murales de tamaño real en la casa basílica ubicada en la parte posterior del Teatro emeritense
Importante lugar de higiene para los actores que representaban las comedias o tragedias romanas.
En la parte posterior al Teatro, pegada al patio peristilo se descubrió una casa con pavimento de mosaico y pinturas murales.
Una preciosa entrada al recinto teatral construida con una perfecta bóveda.
Vista de la cavea en sus tres divisiones: ima cavea, media cave y summa cavea.
Delante del pulpitum con el frons scenae detrás se observa la poedria (gradas para las clases de la nobleza romana) y la orchestra (para el coro).
Una preciosa entrada al recinto teatral construida con una perfecta bóveda.
Parte oriental del fronts scenae donde se aprecian los grupos de columnas de mármol azul.
Vista en perspectiva de las columnas de mármol azul y de una estatua divina.
Una escultura descabezada de un alto personajes romano con su coraza.
Parte oriental del fronts scenae donde se aprecian los grupos de columnas de mármol azul.
Anexos al recinto.
Detrás del recinto teatral se abre un jardín porticado (peristilo) para el entretenimiento y solaz de los romanos, en cuyo fondo se edificó una pequeña habitación pavimentada para el culto imperial, el aula sacra, donde se encontró una cabeza del emperador Augusto.
Adosada al teatro y al patio peristilo se localiza la casa basílica, construida en el siglo II d. C. con un pavimento de mosaicos y pinturas murales a tamaño natural.
Por último nos llaman la atención las termas del teatro y las letrinas.
Frons sceanae.
El frente de escena, el fondo de la representación. Sobre un basamento de mármol de unos 2 metros de alto se levantan dos grupos de columnas de mármol azul con capiteles corintios de cerca de 30 metros de altura. Entre las columnas se han situado varias estatuas, destacando en posición central la diosa Ceres. A ambos lados esculturas con togas o corazas representan dioses o personajes de influencia (Plutón, Proserpina, Júpiter,...)
La entrada al pulpitum de los actores se efectuaba por tres puertas: una central (valva regia) y dos laterales (valva hospitalia).