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El Anfiteatro

La cavea.

El graderío o cavea se dividía en tres zonas bien delimitadas: la inferior (ima cavea) para las clases de abolengo, la central (media cavea) y la superior (summa cavea) para el populacho. A ellas se accedía por 16 puertas o vomitorios abiertas a lo largo del óvalo, con una puerta principal en el extremo occidental del eje corto.

Entre la ima cavea y la media cavea, un pasillo circunvalaba todo el recinto.

De trecho en trecho se construyeron escaleras que comunicaban las diferentes zonas de la cavea, que entre dos escaleras próximas recibían el nombre de cunei.

El Anfiteatro emeritense se inauguró, según reza una inscripción del monumento, en el año 8 a. C. Es una elipse de 126 metros de eje mayor y 102 metros de eje menor, con una capacidad aproximada para 15.000 espectadores.

Durante el siglo XVI y posteriores era llamado Naumaquia, creyendo que se había tratado de un lugar dedicado a las batallas navales.

La arena.

Como en la mayor parte de los anfiteatros de la antigua Roma, su forma es oval con ejes de 64 por 41 metros.

En su centro, donde confluyen los ejes, se localiza la fosa bestiaria lugar para el combate de los gladiadores o de las fieras. Se accedía a ella por dos galerías situadas en los extremos del eje mayor de la elipse, a cuyos lados se abría habitaciones para los gladiadores y la diosa Némesis.

Además, otra pequeña galería, en el eje menor, permitía al gladiador presentarse a las autoridades.

 

Las tribunas.
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Dos palcos o tribunas se situaron en el eje corto a la altura de la ima cavea: la del oeste para las autoridades y la del este para las personas que patrocinaban y financiaban el espectáculo. La emoción y la sangre eran aplaudidas por el populacho romano.

En los frentes de las tribunas se cincelaron inscripciones que permitieron fechar la edificación del recinto.

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